En 1902 Alfonso XIII se convertía en rey de España y heredaba el sistema de la Restauración cuyos principios quedaban recogidos en la Constitución de 1876. El sistema ideado por Cánovas del Castillo había primado la estabilidad política a establecer un sistema auténticamente democrático. El pacto entre las dos principales fuerzas políticas, conservadores y moderados, y el fraude electoral unido al caciquismo habían garantizado una estabilidad política sin precedentes en la Historia de España a lo largo del siglo XIX.
Sin embargo, los cambios sociales y políticos unidos a la crisis moral ocasionada por el "desastre del 98" (la pérdida de las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas) habían hecho surgir una corriente conocida como "regeneracionismo" que cuestionaba el sistema, denunciaba las prácticas corruptas y caciquiles y abogaba por la modernización política, social y cultural de la sociedad española.
Cinco años antes de la llegada de Alfonso XIII al trono, en 1897, Cánovas del Castillo había sido asesinado y un año después de su subida al trono, en 1903, lo hacía Sagasta, el líder de los progresista y colaborador de Cánovas en la construcción del régimen de la Restauración. Como consecuencia, el reinado de Alfonso XIII se iniciaba con la ausencia de los dos principales valedores del régimen y una profunda crisis de ambos partidos. Antonio Maura sustituyó a Cánovas al frente del partido conservador mientras que José Canalejas sustituía a Sagasta al frente del progresista.
Además de la falta de liderazgo en los partidos tradicionales, lo que dificultaba la estabilidad de los gobiernos y la mayoría en las Cortes, el régimen se enfrentaba a comienzos del siglo XX a los siguientes problemas:
Aumento de la conflictividad social: sindicatos y partidos obreros fueron cobrando cada vez mayor protagonismo como demostraba el aumento de los obreros que se afiliaban así como de las huelgas. Los nuevos partidos, como el PSOE, cada vez se encontraban más incómodos en un sistema que imposibilitaba sus posibilidades de formar gobierno.
La cuestión religiosa: ésta seguía siendo una de las cuestiones que más dividían y enfrentaban a los españoles de manera que el anticlericalismo crecía entre las fuerzas de izquierda (republicanos y socialistas) a la par que lo hacía la iglesia católica que había visto reforzar su posición e influencia a lo largo de la Restauración.
El problema militar: desde los inicios del régimen, Cánovas del Castillo había intentado someter el poder militar a la autoridad civil y evitar la injerencia que el ejército había tenido en la política española a lo largo del siglo XIX. Sin embargo, esto no fue posible y las derrotas militares del 98 hizo que el ejército reivindicase un mayor protagonismo al acusar a la clase política de dichas derrotas. La influencia cada vez mayor del ejército fue patente tras la crisis originada en 1905 cuando un grupo de oficiales asaltó en Barcelona los talleres de una revista satítrica y de un diario próximo a la Lliga regionalista a los que acusaban de antimilitarismo. Como consecuencia, el gobierno aprobó en 1906 la Ley de jurisdicciones que permitía a los tribunales militares juzgar los delitos contra el ejército y la patria.
El aumento del nacionalismo: el nacionalismo, sobre todo vasco y catalán, aunque también el gallego que habñian nacido a finales del siglo XIX fue cobrando cada vez mayor protagonismo y eran visto por los partidos nacionales y el ejército como una amenaza a la unidad de España.
El protectorado de Marruecos: tras la pérdida de los territorios coloniales de 1898, España había pasado a un segundo plano en el panorama internacional dominado por las potencias imperialistas del momento (Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Portugal,...). Sin embargo un incidente en 1905 entre Francia y Alemania fue aprovechado por la diplomacia española y en 1906, gracias al Tratado de Algeciras, España puedo obtener un protectorado en Marruecos, que había quedado dividido en dos siendo el otro protectorado asignado a Francia. El territorio otorgado a España fue el norte, la región del Rif, un territorio montañoso y de difícil control militar y donde las tribus bereberes locales ofrecieron una dura resistencia que puso en jaque al ejército español.
EVOLUCIÓN POLÍTICA ENTRE 1902 Y 1914
El turnismo inestable (1902-1906)
El turnismo inestable (1902-1906)
El reinado de Alfonso XIII comenzó con un gobierno moderado que duró hasta 1905, año en que, fiel al sistema de turnismo, fue sustituido por un gobierno progresista. Sin embargo, en cinco años se sucedieron 10 gobiernos, cinco moderados y cinco progresistas, como consecuencia de la crisis de liderazgo de ambos partidos y la división de los mismos en multitud de facciones. Esta inestabilidad política hacía imposible llevar a cabo las ideas regeneracionistas mientras que el nacionalismo catalán adquiría fuerza entre la burguesía catalana conservadora con la creación de la Lliga Regionalista en 1901 liderado por Francesc Cambó. El crecimiento de este partido le llevó a ganar en las elecciones municipales de 1905 el ayuntamiento de Barcelona.
El gobierno regeneracionista de Maura (1907-1909)
En 1907 el conservador Antonio Maura se convertía en presidente del gobierno. Desde un primer momento el líder conservador vio la necesidad de reformar el sistema "desde dentro" sin alterar las bases del mismo. Se trataba por un lado de adoptar medidas políticas (aprobación de una Ley electoral) cuya finalidad era democratizar las elecciones y, por otro, medidas sociales para mejorar las condiciones de vida de las clases más humildes con el fin de evitar una revuelta social.
Así mismo, aprobó una Ley de administración local que otorgaba mayor autonomía a los municipios y abría la posibilidad a la creación de mancomunidades locales y provinciales.
También intentó Maura un acercamiento con el nacionalismo catalán, en un intento de integrarlo dentro del sistema, haciendo ciertas concesiones a la aspiraciones autonomistas. Sin embargo, en este punto Maura se enfrentó a la oposición de conservadores, progresistas y republicanos que imposibilitaron dichas medidas.
En el terreno económico también destacaron medidas encaminadas a modernizar la economía española con la adopción de medidas proteccionistas de la industria nacional a la vez que se aprobaban algunas reivindicaciones de la clase obrera como la ley que establecía el descanso dominical o la legalización del derecho de huelga.
Sin embargo, la mayor crisis a la que tuvo que enfrentarse el gobierno de Maura fue a la conocida como "semana trágica" de Barcelona en 1909. El origen del conflicto estuvo en el recién creado protectorado español en Marruecos que, como ya hemos comentado con anterioridad, incorporaba la región del Rift. El conflicto se inició el 9 de julio, cuando una de las compañías mineras españolas en la zona fue atacada por algunas cabilas de soldados bereberes rifeños.
El gobierno decidió enviar refuerzos militares desde la península para lo que llamó a fila a reservistas de Madrid y Barcelona El 18 de julio comenzó el embarque de las tropas en Barcelona desatándose un movimiento de protesta encabezado por los partidos organizaciones obreras y los partidos republicanos. Al fracaso de la guerra del 98 en Cuba y Filipinas y al profundo sentimiento antimilitarista se sumó el hecho de que los reservistas de las familias más ricas podían evitar ser enviados a la guerra gracias a un pago en metálico lo que, en la práctica, se traducía en el envío sólo de soldados provenientes de las clases más humildes y, por lo tanto, en un conflicto interclasista.
Por estos motivos, el 26 de julio se inició una huelga general revolucionaria contra la guerra en Barcelona que se vio agravada tras una emboscada que sufrió el ejército español en el barranco del Lobo y que tuvo como consecuencia un gran número de bajas. la huelga se convirtió en una insurrección revolucionaria con barricadas y quema de numerosas iglesias y conventos. El gobierno declaró el estado de guerra y los enfrentamientos entre revolucionarios y ejército entre el 16 de julio y el 1 de agosto dio lugar a más de un centenar de víctimas y la situación de caos en Barcelona así como en ciudades industriales vecinas. La represión que siguió dio lugar a la detención de anarquistas de manera independiente de su participación en las revueltas y tras la celebración de juicios militares, celebrados gracias a la aplicación de la ley de jurisdicciones, se decretaron 17 condenas a muerta de las que se ejecutaron un total de cinco, entre ellas las del pedagogo anarquista Francisco Ferrer i Guardia, cuya participación en dicha huelga fue nula y cuya ejecución ocasionó protestas internacionales.
Las protestas de republicanos y liberales llevó al rey, temeroso de que el escándalo salpicase a la monarquía, a destituir a Maura, siendo el liberal progresista José Canalejas a quien Alfonso XIII encargó la formación del nuevo gobierno.
El regeneracionismo del gobierno de canalejas (1910-1912)
Canalejas intentó avanzar en las políticas regeneracionistas. Tomó medidas encaminadas a atajar algunos de los males del sistema mejorando el sistema parlamentario, la separación Iglesia -Estado y la aprobación de medidas sociales encaminadas a apaciguar las protestas obreras.
Respecto a la relación Iglesia-Estado, Canalejas intentó negociar con la Santa Sede algunos d elos aspectos más polémicos de dicha relación como la libertad religiosa, el fin del monopolio de la educación por la Iglesia y la implantación de una enseñanza laica. En 1910 se aprobaba la conocida como "Ley del candado" que prohibía durante dos años la instalación de nuevas órdenes religiosas. canalejas, como era de esperar, chocó con la Iglesia así como con los sectores más conservadores de la sociedad contrarias a la pérdida por parte de la Iglesia de su posición privilegiada.
Con la finalidad de satisfacer algunas de las demandas de la clase obrera, el gobierno aprobó medidas sociales como la reducción de la jornada laboral, la ley de accidentes de trabajo, la prohibición del trabajo nocturno para la mujer o la regulación del derecho a huelga.
Otras medidas fueron de carácter económicas como la eliminación del impuesto de consumos por otro progresivo sobre las rentas urbanas. Igualmente la ley de reclutamiento establecía el servicio militar obligatorio en caso de guerra suprimiendo la exención a cambio del pago en metálico aunque si dejaba abierta la posibilidad de reducir la duración del servicio a cinco o diez meses previo pago de 2000 y 1500 pesetas.
Respecto a la ocupación colonial en parte de Marruecos, en 1912 España acordó definitivamente la creación de sendos protectorados mientras que aumentó la presencia militar española en la región del Rif.
Otras de las demandas a las que se pretendió hacer frente fue la de descentralización del Estado, proveniente sobre todo el catalanismo de la Lliga, para lo cual se aprobó en 1912 la ley de mancomunidades que permitía un inicio de autogobierno. José Canalejas no llegó a ver aprobada esta ley en el Senado al ser asesinado por un radical anarquista en Madrid el 12 de noviembre de 1912.
La muerte de Canalejas puso fin a los intentos regeneracionistas. Alfonso XIII se decidió de nuevo por el turnismo al llamar a formar gobierno a los moderados. El nuevo gobierno, tras la renuncia de Maura a presidirlo, fue liderado por Eduardo Dato.
LOS PARTIDOS OPOSITORES AL RÉGIMEN
los partidos que habían quedado excluidos del sistema y que no optaban a tener posibilidades de llegar al gobierno fueron adquiriendo especial relevancia política a comienzos del siglo XIX. Los intentos regeneracionistas no contentaron a un sector de la población que veía el sistema como corrupto y que creían que la única opción de democratizar la vida política española pasaba por la destrucción del régimen de la Restauración y no por su reforma.
Republicanos: El republicanismo fue ganando peso a comienzos del siglo XIX. La mayor parte de los intelectuales y amplios sectores de las clases medias empezaron a identificar a la monarquía con la corrupción del sistema por lo que la alternativa, la democratización política, pasaba por la supresión de la misma y la proclamación de la república.
La fundación en 1903 del partido Unión Republicana por Nicolás Salmerón y Alejandro Lerroux supuso un impulso a la causa republicana consiguiendo un amplio respaldo electoral sobre todo en las principales ciudades.
Sin embargo el republicanismo divergía en dos corrientes diferenciadas en cuanto a su concepción de la manera en como debía lograrse la república pues mientras el republicanismo moderado de Salmerón defendía la vía electoral y parlamentaria para lograrlo; el republicanismo radical, liderado por Lerroux, defendía a través de un discurso que aunaba reivindicaciones del movimiento obrero, anticlerical y anticatalanista la implantación de la república a través de la vía revolucionaria.En Valencia dicho pensamiento republicano radical estuvo representado en el pensamiento del escrito Vicente Blasco Ibañez por lo que es conocido como Blasquismo.
El republicanismo radical dio lugar a la formación del Partido Radical en 1908, liderado por Lerroux. Por el contrario, el republicanismo moderado se constituyó en 1912 en el Partido Reformista y llegó a declarar su aceptación de la monarquía si venía acompañada de un proceso de democratización real y efectiva.
El nacionalismo catalán:
La Lliga Regionalista fundada en 1901 fundada y liderada por Enric Prat de la Riba y Francesc Cambó que reivindicaba la regeneración política y económica con la reivindicación autonómica de Cataluña. Su carácter moderado atrajo a las clases conservadoras urbanas y rurales catalanas. Su carácter burgués alejo de este partido a las clases obreras de manera que los nacionalistas más de izquierda crearon como alternativa a la Lliga, el Centre Nacionalista Republicá.
La ley de jurisdicciones de 1906, que permitía el intervencionismo del ejército para juzgar delitos de atentado a la patria o al ejército, fue visto por el nacionalismo catalán como un instrumento de control provocando la creación de un frente común llamado Solidaridad Catalana que consiguió un éxito electoral sorprendente en las elecciones generales de 1907 obteniendo 41 de los 44 escaños correspondientes a Cataluña.
Los sucesos de la semana Trágica provocaron que el catalanismo más conservador apoyase a Maura. El líder de la Lliga Regionalista, Prat de la Riba, presidió la recién constituida Mancomnidad de Cataluña.
El nacionalismo vasco:
La muerte de Sabino Arana en 1903 abrió en el Partido Nacionalista Vasco un duro enfrentamiento entre el sector más radical, más afín a las ideas de su fundador, y otro más moderado que optaba por una vía intermedia, la autonomía. este sector moderado atrajo a la burguesía industrial ampliando sus bases sociales hasta convertirla en una fuerza de gran importancia en el País Vasco.
Otros nacionalismos y regionalismos:
De manera paralela, aunque con menor repercusión política y social, también fueron apareciendo movimientos nacionalistas que reivindicaban su identidad cultural y lingüística frente al carácter centralista y homegeneizador del régimen de la Restauración. este fue el caso de los nacionalismos emergentes en Galicia, Mallorca, Aragón o Valencia.
El movimiento obrero:
Los comienzos del siglo XX vinieron marcado por un movimiento obrero emergente aunque aún minoritario y con especial influencia en las zonas industriales de Madrid, Barcelona, Asturias o Vizcaya.
Los obreros encontraron en el sindicalismo el instrumento para defender una mejora de las condiciones sociales y laborales. Este sindicalismo, siguiendo la división del movimiento obrero, se dividió entre un sindicalismo socialista liderado por la UGT con especial influencia en Madrid y norte de España (Vizcaya y Asturias) mientras que la otra corriente sindicalista, de base anarquista se desarrolló especialmente en Cataluña.
Frente al anarquismo radical de finales del siglo XIX, que optaba por la estrategia terrorista con finalidad revolucionaria; a comienzos del siglo XX fue ganando mayor peso la corriente anarcosindicalista que consideraba la huelga general como el instrumento revolucionario que provocaria la destrucción del estado burgués. Con tal finalidad se creó en 1910 la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) si bien tras la huelga general de 1911 fue ilegalizada hasta 1915.
El socialismo se veía representado por el PSOE, en el terreno político, y la UGT en la lucha sindical.Sin embargo, el PSOE se mantuvo en sus orígenes al margen del sistema y no fue hasta los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona, cuando su líder, Pablo Iglesias, aceptó colaborar con as fuerzas republicanas.Esta colaboración llevó al PSOE a participar de las elecciones y a Pablo Iglesias a convertirse en el primer diputado socialista en 1910.
CONSECUENCIAS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Si bien España permaneció neutral durante la Gran Guerra ésta influyó en la sociedad española que se dividió entre los que apoyaban a las potencias de la Triple Alianza, "germanófilos", y los partidarios de la Triple Entente, "aliadófilos". Por lo general, los sectores más conservadores de la sociedad apoyaron a los imperios alemán y austrohúngaro, que representaban valores tradicionales como autoritarismo y militarismo mientras que los sectores más progresistas se identificaban más con las potencias aliadas (Gran Bretaña o Francia) al ser los países más democráticos de la Europa de comienzos del siglo XX. Sin embargo, los anarquistas y algunos sectores socialistas, siguiendo las directrices marcadas por la IIª Internacional, denunciaron la Guerra por considerarla una guerra capitalista de manera que alentaban a los obreros a convertirla en una guerra revolucionaria contra la burguesía.
Desde el punto de vista económico, la guerra supuso un boom para la economía española pues su neutralidad la convertía en la principal suministradora de materias primas y productos industriales a los países beligerantes. La balanza comercial española vio como por primera vez se exportaba más que lo que se importaba generando un superávit entre 1915 y 1919. Si embargo, este crecimiento económico no estuvo exento de tensiones sociales pues el aumento de las exportaciones así como la reducción de las importaciones tuvieron como consecuencia problema de desabastecimiento y la subida de precios de productos de consumo básicos.Este clima de tensión social se hizo patente en el aumento espectacular de las huelgas en los años de la guerra.
La crisis de 1917:
El sistema de la Restauración pasó por su momento más crítico durante el verano de 1917 por la confluencia de una serie de hechos sin conexión entre sí:
Las Juntas de Defensa (junio): la primera crisis vino de manera inesperada de uno de los sectores en los que se apoyaba el Régimen: el ejército. A comienzos de 1917 se crearon las Juntas de Defensa con una clara orientación sindical al defender el ascenso por antigüedad ("escala cerrada"); pues un gran número de los oficiales de la península creían que el sistema de ascenso por méritos beneficiaba a los oficiales con destino en Marruecos. Otra reivindicación tenía un sentido más económico pues solicitaban un aumento de sueldo debido a la inflación originada por la carestía ocasionada por la Guerra europea. El 1 de junio presentaron un ultimátum al gobierno que tuvo como consecuencia la dimisión del presidente de gobierno, que fue sustituido por el conservador Dato con el apoyo del rey. Las juntas fueron reconocidas como órganos representativos del ejército y se atendieron sus demandas.
La Asamblea de Parlamentarios (julio): El siguiente conflicto tuvo un carácter más político originado por el cierre de las Cortes desde febrero de 1917 ante el temor del gobierno de que se plantearan los problemas por los que atravesaba el país, a lo que se sumaba la política represiva en cuanto a la garantía del ejercicio de las libertades realizada por el gobierno conservador de Dato. El ultimátum de las Juntas de Defensa y el conflicto entre el gobierno y el ejército fue percibido por las fuerzas contrarias al Régimen como signos del resquebrajamiento de los cimientos del sistema y la oportunidad para su transformación.
En julio de 1917, el líder de la Lligá, cambó, convocó a los senadores y diputados españoles a una asamblea de Parlamentarios en Barcelona. Sin embargo sus objetivos, la formación de un gobierno provisional y la convocatoria de Cortes Constituyentes, fracasaron dada la escasa asistencia de diputados, 71 de los 760 convocados, en su mayoría catalanistas, republicanos y el socialista Pablo Iglesias.Las fuerzas tradicionales no asistieron a la convocatoria y las diferencias entre los catalanistas y los diputados de izquierda se hicieron evidentes. La Guardia Civil disolvió la Asamblea y los hechos que se sucedería en agosto de ese mismo año, llevarían a la Lliga a pactar con el gobierno ante el temor al triunfo de una revolución obrera.
La huelga general (agosto): a pesar de sus diferencias, en agosto de 1916, la UGT y la CNT acordaron trabajar juntos para derrocar el régimen y sustituirlo por una república democrática. En marzo de 1917 hicieron un llamamiento a la huelga general en un plazo de tres meses, con una finalidad revolucionaría. El manifiesto del comité de huelga al país para que se sumara a la misma fue redactado por el líder socialista Julián Besteiro. Dicha huelga se inició el 13 de agosto si bien sólo fue secundada con especial intensidad en los centros industriales de Madrid, Barcelona , País Vasco y Asturias. Además, el tenor a una revolución social acercó posiciones de los sectores burgueses moderados y enfrentados hasta el momento como fue el caso de la Lliga de Cambó, que pacto su apoyo al gobierno de dato, o de las Juntas de Defensas que condenaron dicha huelga esfumando la idea del apoyo de parte del ejército a la causa revolucionaria. Cinco días después de su inicio, el 18 de agosto, la huelga estaba sofocada y seguida de una dura represión.
Los sucesos de 1917 habían evidenciado que las fuerzas opositoras al Régimen tan sólo estaban unidas por la finalidad perseguida si bien diferían en los referente a los modelos sociopolíticos y económicos alternativos. Ejército, parlamentarios burgueses y proletariado se encontraban divididos en cuanto al la forma y al alcance de los cambios que debían suceder al Régimen de la Restauración que se encontraba en un estado agónico.
EL FIN DEL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN (1918-1923)
La conflictividad social: La crisis de 1917 había evidenciado la descomposición de un sistema político que se veía agravado por la descomposición de los partidos moderado y progresista cuya alternancia en el poder había dotado de una estabilidad política sin precedentes en la historia de España. A la imposibilidad de la continuidad del turnismo se unían las reivindicaciones autonomistas que cada vez cogían más fuerza así como las del movimiento obrero que, tras el triunfo de la revolución bolchevique en Rusia en octubre de 1917, tenía un modelo de referencia al que deseaban imitar. La crisis política española hay que enmarcarla dentro una crisis más general, a nivel europeo, de las democracias parlamentarias liberales. La amenaza de la extensión de la revolución obrera por Europa provocó una reacción de la burguesía y clases medias que demandaban cada vez con mayor insistencia la necesidad de un poder fuerte y autoritario.
Ante la crisis generada en 1917 se recurrió a los llamados gobiernos de concentración, integrados por miembros de los partidos moderado y liberal así como por miembros de la Lliga que, ante el cariz de los acontecimientos, moderaba su discurso y colaboraba con la monarquía de Alfonso XIII. Esta colaboración del que hasta ese momento había sido el principal partido nacionalista catalán provocó una escisión que se traduciría en la creación en 1922 del partido Acció Catalana mientras que Francesc Maciá fundó Estat Catalá a favor ya no de la autonomía sino de la independencia de Cataluña.
También se produjo una escisión dentro del Partido nacionalista Vasco entre un sector más radical y otro más moderado a pesar del éxito político que obtuvo el partido en las elecciones de 1918 que les llevó a tener representación en las Cortes con 6 diputados.
Por otro lado, el movimiento obrero iba ganando cada vez mayor empuje como consecuencia de la conflictividad social y las noticias que llegaban de Rusia, cuya revolución alentaba al movimiento obrero y radicalizaba sus posturas. La conciencia de lucha de los obreros y campesinos fue aumentando lo que se materializó en un crecimiento de la afiliación de los dos principales sindicatos, el socialista UGT y el anarquista CNT.
Cataluña se convirtió en el lugar donde más creció el anarcosindicalismo lo que le obligó a replantearse su organización. En 1918, en el Congreso de Sants se configuró una nueva organización del movimiento sindical en el que el modelo antiguo de los sindicatos de oficios dio paso a un modelo de sindicato único. El anarcosindicalismo reafirmó su naturaleza apolítica mientras que de nuevo afloraron la división entre los partidarios de la huelga revolucionaria y los partidarios del terrorismo ( en 1906 el propio rey, Alfonso XIII) había sufrido un atentado terrorista anarquista el día de su boda).
El aumento de las huelgas y de la lucha social dio paso a una auténtica "guerra de clases" en la que los empresarios reaccionaron mediante el cierre de empresas, la creación de un cuerpo civil paramilitar para frenar violentamente el avance de los sindicatos y la colaboración con los sindicatos libres, creados en 1919, que colaboraron con los empresarios contra la CNT.
Andalucía fue el otro foco geográfico en el que la conflictividad social alcanzó puntos más álgidos. La concentración de la propiedad de las tierras en manos de unos pocos propietarios latifundistas frente a una gran masa de campesinos sin tierras (jornaleros) cuyas condiciones de trabajo y vida rozaban la miseria había generado una tensión que se desetó en los años conocidos como el "trienio bolchevique", entre 1918 y 1920, cuando muchos municipios andaluces fueron controlados por comités de huelgas, dirigidos por la UGT y la CNT, que procedieron a la ocupación y reparto de tierras. Como respuesta el gobierno declaró el "estado de guerra" actuando con una gran represión para poner fin a estas ocupaciones.
Los enfrentamientos entre patronos y sindicalistas dieron lugar a un clima de violencia en el que el pistolerismo dio como resultado más de 800 asesinatos de miembros de ambos bandos entre 1918 y 1923; mientras que se aplicaba con frecuencia la "ley de fugas" que suponía el asesinato sin juicio de los detenidos.este clima de violencia llegó a sus más altas cotas con el asesinato del presidente del gobierno Eduardo Dato en 1921.
El desastre de Annual:
La crisis interior se vio agravada por un conflicto mayor en el protectorado español en Marruecos donde la guerra contra las tribus del Rif seguía activa. El desastre se prudojo como consecuencia de la decisión del comandante general de Melilla, Fernández Silvestre de adentrarse en el corazón del Rif, feudo controlado por las guerrilla de Abd el-Krim, alejándose de los centros de aprovisionamiento. Las tropas españolas fueron derrotadas en julio de 1921 por las tropas de Abd el-krim. Como consecuencia, el ejército español perdió a 13.000 soldados, entre elllos el comandante Silvestre.
El desastre de Annual provocó una gran reacción y la exigencia de los partidos políticos y la opinión pública de depurar responsabilidades. El gobierno creó una comisión presidida por el general Picasso para delimitar responsabilidades militares. Los partidos dinásticos, el ejército y el rey se vieron envueltos por la crítica y el desprestigio al ser acusados por los partidos republicanos de corruptos, ineficaces y responsables del desastre.
Sin embargo, unos días antes de que el informe llegase a las Cortes, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, dio un golpe de Estado. El día 13 de septiembre de 1923 Primo de Rivera hizo público un manifiesto en el que exponía las razones para el golpe de Estado (desprestigio de los partidos políticos, conflictividad social, antimilitarismo,...) y el día 15 el rey le confirmaba al frente de un gobierno de concentración vinculando el destino de la monarquía al de la dictadura de Pirmo de Rivera.
Sin embargo, la mayor crisis a la que tuvo que enfrentarse el gobierno de Maura fue a la conocida como "semana trágica" de Barcelona en 1909. El origen del conflicto estuvo en el recién creado protectorado español en Marruecos que, como ya hemos comentado con anterioridad, incorporaba la región del Rift. El conflicto se inició el 9 de julio, cuando una de las compañías mineras españolas en la zona fue atacada por algunas cabilas de soldados bereberes rifeños.
El gobierno decidió enviar refuerzos militares desde la península para lo que llamó a fila a reservistas de Madrid y Barcelona El 18 de julio comenzó el embarque de las tropas en Barcelona desatándose un movimiento de protesta encabezado por los partidos organizaciones obreras y los partidos republicanos. Al fracaso de la guerra del 98 en Cuba y Filipinas y al profundo sentimiento antimilitarista se sumó el hecho de que los reservistas de las familias más ricas podían evitar ser enviados a la guerra gracias a un pago en metálico lo que, en la práctica, se traducía en el envío sólo de soldados provenientes de las clases más humildes y, por lo tanto, en un conflicto interclasista.
Por estos motivos, el 26 de julio se inició una huelga general revolucionaria contra la guerra en Barcelona que se vio agravada tras una emboscada que sufrió el ejército español en el barranco del Lobo y que tuvo como consecuencia un gran número de bajas. la huelga se convirtió en una insurrección revolucionaria con barricadas y quema de numerosas iglesias y conventos. El gobierno declaró el estado de guerra y los enfrentamientos entre revolucionarios y ejército entre el 16 de julio y el 1 de agosto dio lugar a más de un centenar de víctimas y la situación de caos en Barcelona así como en ciudades industriales vecinas. La represión que siguió dio lugar a la detención de anarquistas de manera independiente de su participación en las revueltas y tras la celebración de juicios militares, celebrados gracias a la aplicación de la ley de jurisdicciones, se decretaron 17 condenas a muerta de las que se ejecutaron un total de cinco, entre ellas las del pedagogo anarquista Francisco Ferrer i Guardia, cuya participación en dicha huelga fue nula y cuya ejecución ocasionó protestas internacionales.
Las protestas de republicanos y liberales llevó al rey, temeroso de que el escándalo salpicase a la monarquía, a destituir a Maura, siendo el liberal progresista José Canalejas a quien Alfonso XIII encargó la formación del nuevo gobierno.
El regeneracionismo del gobierno de canalejas (1910-1912)
Canalejas intentó avanzar en las políticas regeneracionistas. Tomó medidas encaminadas a atajar algunos de los males del sistema mejorando el sistema parlamentario, la separación Iglesia -Estado y la aprobación de medidas sociales encaminadas a apaciguar las protestas obreras.
Respecto a la relación Iglesia-Estado, Canalejas intentó negociar con la Santa Sede algunos d elos aspectos más polémicos de dicha relación como la libertad religiosa, el fin del monopolio de la educación por la Iglesia y la implantación de una enseñanza laica. En 1910 se aprobaba la conocida como "Ley del candado" que prohibía durante dos años la instalación de nuevas órdenes religiosas. canalejas, como era de esperar, chocó con la Iglesia así como con los sectores más conservadores de la sociedad contrarias a la pérdida por parte de la Iglesia de su posición privilegiada.
Con la finalidad de satisfacer algunas de las demandas de la clase obrera, el gobierno aprobó medidas sociales como la reducción de la jornada laboral, la ley de accidentes de trabajo, la prohibición del trabajo nocturno para la mujer o la regulación del derecho a huelga.
Otras medidas fueron de carácter económicas como la eliminación del impuesto de consumos por otro progresivo sobre las rentas urbanas. Igualmente la ley de reclutamiento establecía el servicio militar obligatorio en caso de guerra suprimiendo la exención a cambio del pago en metálico aunque si dejaba abierta la posibilidad de reducir la duración del servicio a cinco o diez meses previo pago de 2000 y 1500 pesetas.
Respecto a la ocupación colonial en parte de Marruecos, en 1912 España acordó definitivamente la creación de sendos protectorados mientras que aumentó la presencia militar española en la región del Rif.
Otras de las demandas a las que se pretendió hacer frente fue la de descentralización del Estado, proveniente sobre todo el catalanismo de la Lliga, para lo cual se aprobó en 1912 la ley de mancomunidades que permitía un inicio de autogobierno. José Canalejas no llegó a ver aprobada esta ley en el Senado al ser asesinado por un radical anarquista en Madrid el 12 de noviembre de 1912.
La muerte de Canalejas puso fin a los intentos regeneracionistas. Alfonso XIII se decidió de nuevo por el turnismo al llamar a formar gobierno a los moderados. El nuevo gobierno, tras la renuncia de Maura a presidirlo, fue liderado por Eduardo Dato.
LOS PARTIDOS OPOSITORES AL RÉGIMEN
los partidos que habían quedado excluidos del sistema y que no optaban a tener posibilidades de llegar al gobierno fueron adquiriendo especial relevancia política a comienzos del siglo XIX. Los intentos regeneracionistas no contentaron a un sector de la población que veía el sistema como corrupto y que creían que la única opción de democratizar la vida política española pasaba por la destrucción del régimen de la Restauración y no por su reforma.
Republicanos: El republicanismo fue ganando peso a comienzos del siglo XIX. La mayor parte de los intelectuales y amplios sectores de las clases medias empezaron a identificar a la monarquía con la corrupción del sistema por lo que la alternativa, la democratización política, pasaba por la supresión de la misma y la proclamación de la república.
La fundación en 1903 del partido Unión Republicana por Nicolás Salmerón y Alejandro Lerroux supuso un impulso a la causa republicana consiguiendo un amplio respaldo electoral sobre todo en las principales ciudades.
Sin embargo el republicanismo divergía en dos corrientes diferenciadas en cuanto a su concepción de la manera en como debía lograrse la república pues mientras el republicanismo moderado de Salmerón defendía la vía electoral y parlamentaria para lograrlo; el republicanismo radical, liderado por Lerroux, defendía a través de un discurso que aunaba reivindicaciones del movimiento obrero, anticlerical y anticatalanista la implantación de la república a través de la vía revolucionaria.En Valencia dicho pensamiento republicano radical estuvo representado en el pensamiento del escrito Vicente Blasco Ibañez por lo que es conocido como Blasquismo.
El republicanismo radical dio lugar a la formación del Partido Radical en 1908, liderado por Lerroux. Por el contrario, el republicanismo moderado se constituyó en 1912 en el Partido Reformista y llegó a declarar su aceptación de la monarquía si venía acompañada de un proceso de democratización real y efectiva.
El nacionalismo catalán:
La Lliga Regionalista fundada en 1901 fundada y liderada por Enric Prat de la Riba y Francesc Cambó que reivindicaba la regeneración política y económica con la reivindicación autonómica de Cataluña. Su carácter moderado atrajo a las clases conservadoras urbanas y rurales catalanas. Su carácter burgués alejo de este partido a las clases obreras de manera que los nacionalistas más de izquierda crearon como alternativa a la Lliga, el Centre Nacionalista Republicá.
La ley de jurisdicciones de 1906, que permitía el intervencionismo del ejército para juzgar delitos de atentado a la patria o al ejército, fue visto por el nacionalismo catalán como un instrumento de control provocando la creación de un frente común llamado Solidaridad Catalana que consiguió un éxito electoral sorprendente en las elecciones generales de 1907 obteniendo 41 de los 44 escaños correspondientes a Cataluña.
Los sucesos de la semana Trágica provocaron que el catalanismo más conservador apoyase a Maura. El líder de la Lliga Regionalista, Prat de la Riba, presidió la recién constituida Mancomnidad de Cataluña.
El nacionalismo vasco:
La muerte de Sabino Arana en 1903 abrió en el Partido Nacionalista Vasco un duro enfrentamiento entre el sector más radical, más afín a las ideas de su fundador, y otro más moderado que optaba por una vía intermedia, la autonomía. este sector moderado atrajo a la burguesía industrial ampliando sus bases sociales hasta convertirla en una fuerza de gran importancia en el País Vasco.
Otros nacionalismos y regionalismos:
De manera paralela, aunque con menor repercusión política y social, también fueron apareciendo movimientos nacionalistas que reivindicaban su identidad cultural y lingüística frente al carácter centralista y homegeneizador del régimen de la Restauración. este fue el caso de los nacionalismos emergentes en Galicia, Mallorca, Aragón o Valencia.
El movimiento obrero:
Los comienzos del siglo XX vinieron marcado por un movimiento obrero emergente aunque aún minoritario y con especial influencia en las zonas industriales de Madrid, Barcelona, Asturias o Vizcaya.
Los obreros encontraron en el sindicalismo el instrumento para defender una mejora de las condiciones sociales y laborales. Este sindicalismo, siguiendo la división del movimiento obrero, se dividió entre un sindicalismo socialista liderado por la UGT con especial influencia en Madrid y norte de España (Vizcaya y Asturias) mientras que la otra corriente sindicalista, de base anarquista se desarrolló especialmente en Cataluña.
Frente al anarquismo radical de finales del siglo XIX, que optaba por la estrategia terrorista con finalidad revolucionaria; a comienzos del siglo XX fue ganando mayor peso la corriente anarcosindicalista que consideraba la huelga general como el instrumento revolucionario que provocaria la destrucción del estado burgués. Con tal finalidad se creó en 1910 la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) si bien tras la huelga general de 1911 fue ilegalizada hasta 1915.
El socialismo se veía representado por el PSOE, en el terreno político, y la UGT en la lucha sindical.Sin embargo, el PSOE se mantuvo en sus orígenes al margen del sistema y no fue hasta los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona, cuando su líder, Pablo Iglesias, aceptó colaborar con as fuerzas republicanas.Esta colaboración llevó al PSOE a participar de las elecciones y a Pablo Iglesias a convertirse en el primer diputado socialista en 1910.
CONSECUENCIAS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Si bien España permaneció neutral durante la Gran Guerra ésta influyó en la sociedad española que se dividió entre los que apoyaban a las potencias de la Triple Alianza, "germanófilos", y los partidarios de la Triple Entente, "aliadófilos". Por lo general, los sectores más conservadores de la sociedad apoyaron a los imperios alemán y austrohúngaro, que representaban valores tradicionales como autoritarismo y militarismo mientras que los sectores más progresistas se identificaban más con las potencias aliadas (Gran Bretaña o Francia) al ser los países más democráticos de la Europa de comienzos del siglo XX. Sin embargo, los anarquistas y algunos sectores socialistas, siguiendo las directrices marcadas por la IIª Internacional, denunciaron la Guerra por considerarla una guerra capitalista de manera que alentaban a los obreros a convertirla en una guerra revolucionaria contra la burguesía.
Desde el punto de vista económico, la guerra supuso un boom para la economía española pues su neutralidad la convertía en la principal suministradora de materias primas y productos industriales a los países beligerantes. La balanza comercial española vio como por primera vez se exportaba más que lo que se importaba generando un superávit entre 1915 y 1919. Si embargo, este crecimiento económico no estuvo exento de tensiones sociales pues el aumento de las exportaciones así como la reducción de las importaciones tuvieron como consecuencia problema de desabastecimiento y la subida de precios de productos de consumo básicos.Este clima de tensión social se hizo patente en el aumento espectacular de las huelgas en los años de la guerra.
La crisis de 1917:
El sistema de la Restauración pasó por su momento más crítico durante el verano de 1917 por la confluencia de una serie de hechos sin conexión entre sí:
Las Juntas de Defensa (junio): la primera crisis vino de manera inesperada de uno de los sectores en los que se apoyaba el Régimen: el ejército. A comienzos de 1917 se crearon las Juntas de Defensa con una clara orientación sindical al defender el ascenso por antigüedad ("escala cerrada"); pues un gran número de los oficiales de la península creían que el sistema de ascenso por méritos beneficiaba a los oficiales con destino en Marruecos. Otra reivindicación tenía un sentido más económico pues solicitaban un aumento de sueldo debido a la inflación originada por la carestía ocasionada por la Guerra europea. El 1 de junio presentaron un ultimátum al gobierno que tuvo como consecuencia la dimisión del presidente de gobierno, que fue sustituido por el conservador Dato con el apoyo del rey. Las juntas fueron reconocidas como órganos representativos del ejército y se atendieron sus demandas.
La Asamblea de Parlamentarios (julio): El siguiente conflicto tuvo un carácter más político originado por el cierre de las Cortes desde febrero de 1917 ante el temor del gobierno de que se plantearan los problemas por los que atravesaba el país, a lo que se sumaba la política represiva en cuanto a la garantía del ejercicio de las libertades realizada por el gobierno conservador de Dato. El ultimátum de las Juntas de Defensa y el conflicto entre el gobierno y el ejército fue percibido por las fuerzas contrarias al Régimen como signos del resquebrajamiento de los cimientos del sistema y la oportunidad para su transformación.
En julio de 1917, el líder de la Lligá, cambó, convocó a los senadores y diputados españoles a una asamblea de Parlamentarios en Barcelona. Sin embargo sus objetivos, la formación de un gobierno provisional y la convocatoria de Cortes Constituyentes, fracasaron dada la escasa asistencia de diputados, 71 de los 760 convocados, en su mayoría catalanistas, republicanos y el socialista Pablo Iglesias.Las fuerzas tradicionales no asistieron a la convocatoria y las diferencias entre los catalanistas y los diputados de izquierda se hicieron evidentes. La Guardia Civil disolvió la Asamblea y los hechos que se sucedería en agosto de ese mismo año, llevarían a la Lliga a pactar con el gobierno ante el temor al triunfo de una revolución obrera.
La huelga general (agosto): a pesar de sus diferencias, en agosto de 1916, la UGT y la CNT acordaron trabajar juntos para derrocar el régimen y sustituirlo por una república democrática. En marzo de 1917 hicieron un llamamiento a la huelga general en un plazo de tres meses, con una finalidad revolucionaría. El manifiesto del comité de huelga al país para que se sumara a la misma fue redactado por el líder socialista Julián Besteiro. Dicha huelga se inició el 13 de agosto si bien sólo fue secundada con especial intensidad en los centros industriales de Madrid, Barcelona , País Vasco y Asturias. Además, el tenor a una revolución social acercó posiciones de los sectores burgueses moderados y enfrentados hasta el momento como fue el caso de la Lliga de Cambó, que pacto su apoyo al gobierno de dato, o de las Juntas de Defensas que condenaron dicha huelga esfumando la idea del apoyo de parte del ejército a la causa revolucionaria. Cinco días después de su inicio, el 18 de agosto, la huelga estaba sofocada y seguida de una dura represión.
Los sucesos de 1917 habían evidenciado que las fuerzas opositoras al Régimen tan sólo estaban unidas por la finalidad perseguida si bien diferían en los referente a los modelos sociopolíticos y económicos alternativos. Ejército, parlamentarios burgueses y proletariado se encontraban divididos en cuanto al la forma y al alcance de los cambios que debían suceder al Régimen de la Restauración que se encontraba en un estado agónico.
EL FIN DEL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN (1918-1923)
La conflictividad social: La crisis de 1917 había evidenciado la descomposición de un sistema político que se veía agravado por la descomposición de los partidos moderado y progresista cuya alternancia en el poder había dotado de una estabilidad política sin precedentes en la historia de España. A la imposibilidad de la continuidad del turnismo se unían las reivindicaciones autonomistas que cada vez cogían más fuerza así como las del movimiento obrero que, tras el triunfo de la revolución bolchevique en Rusia en octubre de 1917, tenía un modelo de referencia al que deseaban imitar. La crisis política española hay que enmarcarla dentro una crisis más general, a nivel europeo, de las democracias parlamentarias liberales. La amenaza de la extensión de la revolución obrera por Europa provocó una reacción de la burguesía y clases medias que demandaban cada vez con mayor insistencia la necesidad de un poder fuerte y autoritario.
Ante la crisis generada en 1917 se recurrió a los llamados gobiernos de concentración, integrados por miembros de los partidos moderado y liberal así como por miembros de la Lliga que, ante el cariz de los acontecimientos, moderaba su discurso y colaboraba con la monarquía de Alfonso XIII. Esta colaboración del que hasta ese momento había sido el principal partido nacionalista catalán provocó una escisión que se traduciría en la creación en 1922 del partido Acció Catalana mientras que Francesc Maciá fundó Estat Catalá a favor ya no de la autonomía sino de la independencia de Cataluña.
También se produjo una escisión dentro del Partido nacionalista Vasco entre un sector más radical y otro más moderado a pesar del éxito político que obtuvo el partido en las elecciones de 1918 que les llevó a tener representación en las Cortes con 6 diputados.
Por otro lado, el movimiento obrero iba ganando cada vez mayor empuje como consecuencia de la conflictividad social y las noticias que llegaban de Rusia, cuya revolución alentaba al movimiento obrero y radicalizaba sus posturas. La conciencia de lucha de los obreros y campesinos fue aumentando lo que se materializó en un crecimiento de la afiliación de los dos principales sindicatos, el socialista UGT y el anarquista CNT.
Cataluña se convirtió en el lugar donde más creció el anarcosindicalismo lo que le obligó a replantearse su organización. En 1918, en el Congreso de Sants se configuró una nueva organización del movimiento sindical en el que el modelo antiguo de los sindicatos de oficios dio paso a un modelo de sindicato único. El anarcosindicalismo reafirmó su naturaleza apolítica mientras que de nuevo afloraron la división entre los partidarios de la huelga revolucionaria y los partidarios del terrorismo ( en 1906 el propio rey, Alfonso XIII) había sufrido un atentado terrorista anarquista el día de su boda).
Atentado contra Alfonso XIII (31 de mayo de 1906) |
Andalucía fue el otro foco geográfico en el que la conflictividad social alcanzó puntos más álgidos. La concentración de la propiedad de las tierras en manos de unos pocos propietarios latifundistas frente a una gran masa de campesinos sin tierras (jornaleros) cuyas condiciones de trabajo y vida rozaban la miseria había generado una tensión que se desetó en los años conocidos como el "trienio bolchevique", entre 1918 y 1920, cuando muchos municipios andaluces fueron controlados por comités de huelgas, dirigidos por la UGT y la CNT, que procedieron a la ocupación y reparto de tierras. Como respuesta el gobierno declaró el "estado de guerra" actuando con una gran represión para poner fin a estas ocupaciones.
Los enfrentamientos entre patronos y sindicalistas dieron lugar a un clima de violencia en el que el pistolerismo dio como resultado más de 800 asesinatos de miembros de ambos bandos entre 1918 y 1923; mientras que se aplicaba con frecuencia la "ley de fugas" que suponía el asesinato sin juicio de los detenidos.este clima de violencia llegó a sus más altas cotas con el asesinato del presidente del gobierno Eduardo Dato en 1921.
El desastre de Annual:
La crisis interior se vio agravada por un conflicto mayor en el protectorado español en Marruecos donde la guerra contra las tribus del Rif seguía activa. El desastre se prudojo como consecuencia de la decisión del comandante general de Melilla, Fernández Silvestre de adentrarse en el corazón del Rif, feudo controlado por las guerrilla de Abd el-Krim, alejándose de los centros de aprovisionamiento. Las tropas españolas fueron derrotadas en julio de 1921 por las tropas de Abd el-krim. Como consecuencia, el ejército español perdió a 13.000 soldados, entre elllos el comandante Silvestre.
El desastre de Annual provocó una gran reacción y la exigencia de los partidos políticos y la opinión pública de depurar responsabilidades. El gobierno creó una comisión presidida por el general Picasso para delimitar responsabilidades militares. Los partidos dinásticos, el ejército y el rey se vieron envueltos por la crítica y el desprestigio al ser acusados por los partidos republicanos de corruptos, ineficaces y responsables del desastre.
Sin embargo, unos días antes de que el informe llegase a las Cortes, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, dio un golpe de Estado. El día 13 de septiembre de 1923 Primo de Rivera hizo público un manifiesto en el que exponía las razones para el golpe de Estado (desprestigio de los partidos políticos, conflictividad social, antimilitarismo,...) y el día 15 el rey le confirmaba al frente de un gobierno de concentración vinculando el destino de la monarquía al de la dictadura de Pirmo de Rivera.
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